El viernes 22 de febrero fuimos a
la Facultad de Ciencias del Deporte, en el Campus Universitario, para
participar en el programa “Desayunos con la Ciencia”.
No pudimos ir todos… y fue una
pena, pero estoy segura que en próximas ocasiones no habrá ningún olvido, y
espero que para el lunes, en nuestra próxima salida a la Gymkhana del IES
Al-Qázeres en la ciudad monumental tampoco lo haya.
El viernes amaneció gris y
triste. Salimos del colegio con el tiempo más bien justo para llegar a la
esquina del Palacio de Congresos donde teníamos que coger el autobús del Refuerzo
del Campus, tenía que ser el de las 9:30 pues de lo contrario no llegaríamos a tiempo…
Ufff… por los pelos llegamos…
después de correr los últimos metros… pero conseguimos nuestro objetivo de
llegar antes de las 10:00 a la Facultad de Ciencias del Deporte.
Una vez allí, contactamos con las
personas encargadas de la actividad que nos dieron las explicaciones
pertinentes y cuando llegaron los niños del otro colegio participante (El
Castra Caecilia), comenzamos nuestro rico desayuno, consistente en leche con
cacao y donuts, normales y de chocolate… y hubo quien se comió más de uno
¿verdad Rubén?
Al terminar nos dividimos en tres
grupos, uno de quinto, otro de sexto, y un tercero mixto… y pasamos por los
cinco talleres que habían preparado para nosotros.
Taller de veterinaria
Profesores e investigadores de la Facultad de Veterinaria nos mostraron cómo el olfato es un sentido muy importante, ya que
nos cuesta mucho reconocer los sabores si no olemos bien. También pudimos ver
larvas de mosca, y a través de un microscopio diferentes insectos y parásitos.
Taller de destreza y precisión.
Tirando con una pelota, desde
diferentes ángulos o dardos desde el suelo o desde un balancín demostramos
nuestra precisión en el tiro.
Taller de experimentos
científicos
Sencillos experimentos con
péndulos, lentejas, globos llenos de agua, peonzas o cajas musicales nos
demostraron como se transmite el movimiento, el calor o el sonido…
Taller resistencia física
Primero nos midieron y pesaron y
luego pasamos a una bicicleta estática, en la que teníamos que pedalear muy
fuerte si no queríamos quedarnos atrás.
Taller de equilibrio
El último taller también fue muy
interesante y nos enseñó como practicar para hacer diferentes piruetas, y el
famoso “pino”.
Al terminar, a todos los chicos y
chicas participantes les dieron un pequeño obsequio y volvimos al colegio… en
medio de un enorme aguacero que caía sin piedad…
El lunes de nuevo actividad interesante
en la que aprenderemos muchísimo sobre nuestra ciudad monumental.
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