Hemos celebrado en el colegio la Semana de la Paz.
Cada mañana de esta semana hemos tenido las lecturas por la paz:
Comenzamos con un extracto del manifiesto Russell-Einstein, publicado en 1955, en medio de la Guerra Fría
Luego, cada día, niños y niñas en colaboración con sus familias y sus maestros han seleccionado diferentes lecturas relacionadas con la paz. En unos casos eran poesías, en otros casos, canciones o textos en prosa.
De nuestra clase, hemos participado junto con otros niños de otros cursos, en estas lecturas.
El martes, Laura junto con su hermana Elena de 1º nos leyeron la poesía "Si yo supiera hacer magia" de Viviana Lasover.
El miércoles Antonio y Andrea leyeron "Deseos" y "Amigos de Colores" respectivamente.
Y el jueves, Daniel, Elías, Ismael, Alejandra y Antonio, participaron con un grupo de niños y niñas de 5º con la lectura de la canción “Verdad que sería estupendo” del grupo Cómplices.
Además, el jueves a la hora del recreo tuvimos juegos cooperativos en cada patio del colegio. Estos juegos nos hicieron tener un recreo en paz y por la paz además de enseñarnos que es mucho más divertido colaborar que ser competitivos y que compartiendo podemos sentirnos mejor con todos. En nuestro patio jugamos a “El creador de electricidad”, “El sinfín del silo” y “Los planetas”. Fue entretenido y el recreo se pasó volando.
El acto más importante fue el viernes después del recreo, entre todos los niños plantamos un Ginkgo Biloba en la entrada principal del colegio. Este árbol es conocido como el árbol de la Paz y la Esperanza, pues por sus características especiales fue el único árbol que sobrevivió a la explosión de la bomba atómica en Hiroshima. Antonio y Alejandra leyeron la historia de este árbol.
Al terminar cantamos la canción de Todos los niños quieren la paz, que habíamos preparado en clase y en casa y realizamos el intercambio de los árboles que se habían plantado el día de la PAZ el año pasado. Entregamos a los niños de 5º nuestros cerezos, explicándoles lo que habían significado para nosotros y pidiéndoles que los trataran con mimo y respeto.
También fuimos a visitar a nuestros nuevos árboles (alcornoque y fresno), pensando en cuidarlos tal y como habíamos cuidado a los cerezos el año pasado.
Al terminar la mañana volvimos a cantar la canción de la paz en compañía de nuestras familias y nos entregaron un pequeño pino piñonero que nos llevamos a casa para poderlo sembrar.
El día 2 terminamos las celebraciones por la PAZ en la bibliotarde, con lecturas de niños y profesores para conmemorar la paz.
En esta Bibliotarde, Laura y su hermana Elena leyeron el libro Wangari y los árboles de la paz.
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